Capítulo 10


Elogio agridulce del capuchino


Minga de café. Abstención completa. ¿Y qué le queda a usted? Reducirse al capuchino, al innoble y seductor capuchino, que es una mezcla por partes iguales, de leche y café, servida en una tacita de café. La tacita para que usted se haga la ilusión de que se manda a bodega una ración de achicoria, y para engañar la visión como los cocainómanos que cuando no tienen con qué doparse, toman por la nariz ácido bórico o magnesia calcinada. El caso es hacerse la ilusión...


Roberto Arlt